La Musa que se cuela en mis cuadros

 

Compongo mis trabajos a partir de fotos o bocetos, y si no doy con la imagen exacta, suelo pedir ayuda a quien tengo cerca. La que más veces ha sido mi modelo es Paloma: la fotografío o dibujo, es quien mejor me entiende y más me inspira.

Los primeros apuntes, bocetos y cuadros donde ella salía no sé dónde estarán; muchos eran de antes de la universidad.

En mi carrera artística, siempre creo con mi sello, nunca dejo de explorar un lenguaje propio, y millones de veces recurro a Paloma: me aporta ideas y opiniones, me presta su imagen, es una de mis más importantes fuentes de inspiración.

Hubo años en los que me posó muchas veces, dejando obras que se volvieron icónicas, como Te imagino con Tomás o la instalación en ARCO 2001.

Nuestros hijos aparecen en muchos cuadros. Es inevitable: cuando eran pequeños, la vida giraba en torno a ellos (y ahora también ;)). Paloma y yo también salimos, con ligeras variaciones, para que los trabajos resulten menos personales, más generales o indefinidos. Y mi Musa inspiradora a veces se cuela de incógnito.

Con los nuevos recursos digitales, he hecho mis composiciones más a partir de imágenes capturadas en Internet y menos de poses de gente cercana. Aun así, a Paloma, la he seguido retratando, y a menudo le sigo pidiendo que me pose cuando necesito resolver alguna postura en mis cuadros.

Todo el que me conoce sabe que Paloma ha estado conmigo casi siempre, tenemos dos hijos y seguimos adelante con un maravilloso proyecto en común. Espero envejecer con ella, siempre inspiración.