Parte 2 — 👩‍🦰 Peluchas, siempre Peluchas

Peluchas, siempre Peluchas. Parte 2

Hoy empiezo viajando al pasado. En los 90 surgieron Peluchas de las que prometí hablar: piezas locas y atrevidas, y hasta algún experimento en escultura con cabellos voluminosos y libres.

Laten con alegría y desnudez. Lo frívolo se revela como resistencia, capaz de destensar un ambiente de conflicto político en este primer mundo injusto. Los cabellos desbordados son y siguen siendo un símbolo de apertura: nos recuerdan que una de las funciones que puede tener el arte es la parte festiva y vital… defender la Belleza como una Certeza.

 

Una de las figuras del primer cuadro de la instalación de sofás en ARCO 2001 —hoy en la colección del galerista José Robles— se desmelena y suelta los pechos, como una Libertad sentada ante su pueblo (a veces me pongo un poco Delacroix). Apertura y vitalidad que se alzan con solemnidad, con toda la fuerza de lo libre. Ingenuamente pintaba un par de tetas, sin la censura que después nos impondrían las redes sociales.

En 2006 hago unas Peluchas en serigrafía y pinto otras a partir de una cover maravillosa de publicidad. Se venden al instante y me quedo sin los cuadros, las añoro… así que, 16 años después, vuelvo a retomarlas a partir de la foto original y las rehago con carboncillo, acuarelas y acrílico, con chorretes y energía (ver en Youtube). Hoy se convierten en icono y sirven como imagen-logo de mi web, de la newsletter y de todo lo que hago. También versión Chicos Peluchos y vídeos en YouTube de sus procesos (ver procesos chicos). Aún quedan serigrafías en la tienda, de las 33 que hice de cada modelo.

Todavía me sorprendo de haber tenido que preguntarle a Lola quién era mi alter ego.

Entre la primera parte y ésta ha nacido otra Pelucha. Pertenece a una serie de cuatro retratos de chicos con las manos cerca de la cara. Tres de ellos no son peluchos, pero de pronto aparece ésta: se pinta los labios con un glossy y enloquece con unas gafas verdes.

Alguien se habrá dado cuenta de que la Musa se ha vuelto a colar. Habrá que investigar en qué Pelucha.

P.D. Cerramos por el momento el capítulo de las peluconas… ahora tendrás el dilema: si ya tienes una obra de mariovela en casa, quizá deberías sumar otra con esos pelos. Y si aún no tienes ninguna, vas a querer dos: una de estilo exclusivo y otra de lo más representativo

1.- Señora de peluca floreada. 1997. Acrílico y collage sobre tela. 65 x 50 cms.
      Gafas y Gato. 1999. Acrílico/lienzo. 82 x 117 cms.
      Momentos Circulares 1/6. 1999. Acrílico/lienzo. 55x55 cms
2.- Vestida de azul 1999.Escultura de escayola directa sobre armazón de hierro.
      Pintada de acrílico. 80 x 50 x 50 aprox.
3.- Sofá 1 (Perteneciente a la Instalación de los sofás de ARCO 01) . 2001.
      Acrílico/lienzo. 195x195 cms
4.- Despeinada 2006. Serigrafía/Papel. 48x33 cms en web
      Esperando una respuesta. 2006. Serigrafía/Papel. 48x33 cms en web
      Chicas con pelo Afro, 2006. Acrílico/lienzo 100x100cms
      Chicas Afro, 2022. Carbón y Acrílico/papel 100x70cms en web
5.- Imaginándote 2025. Acrílico/lienzo. 46x38 cms en web
      Seduciéndote Acrílico/lienzo. 46x38 cms en web
      Soñándote Acrílico/lienzo. 38x46 cms en web
     Pensándote Acrílico/lienzo. 46x38 cms en web

Como siempre digo, escríbeme un mail  para saber qué te ha parecido y de qué cosas te gustaría que hablara. Recuerda que siempre contesto.

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